domingo, marzo 21, 2010

EL PECADO ORIGINAL DEL EURO

Las integraciones monetarias no son muy frecuentes en la historia de los países. Lo mas usual, y como lo estamos viendo ahora a través de la gran cantidad de tratados de libre comercio firmados, son las integraciones económicas. En los casos en los que se han dado, generalmente han ido precedidas de una integración política y fiscal, como fue la implantación del marco en Alemania, cuya formación como nación duró casi todo el siglo XIX y en la que cada uno de los estados que se repartían la región, con Prusia a la cabeza, tenían su propia moneda. Otro ejemplo es la creación del dólar, cuando luego de la independencia de EEUU, cada una de las 13 colonias quería tener su propia moneda, y algunos la llegaron a tener, problema que se zanjó con la promulgación de la Constitución americana, es decir, con una unificación política.
  
El tema del Euro viene a ser un caso muy particular entonces. Esto trae a la memoria la teoría de las Áreas Monetarias Óptimas (AMO) de Robert Mundell,(1) Nóbel de Economía en 1999, año de la entrada en vigor del Euro precisamente. Esta teoría dice que una AMO es una unidad económica en la que las regiones que lo integran se ven afectadas simétricamente por las perturbaciones económicas, se dan transferencias fiscales entre ellas y donde hay libre movilidad de los factores de capital y trabajo. Estas condiciones no las cumplía Europa en aquel momento y sigue sin hacerlo hasta ahora.

Veamos. Los "shocks asimétricos" (perturbaciones que afectan de manera diferenciada a dos partes de un territorio que tiene una moneda única) se han dado con frecuencia en la zona Euro y han sido muy difíciles de afrontar. Una de las muchas asimetrías es la diferencia en los ciclos económicos. Recordemos como en el 2002 y 2003, cuando Alemania tenia PIB negativo y España se encontraba en expansión, el Banco Central Europeo, donde la influencia de la banca alemana es total, bajó los tipos de interés para incentivar el gasto en Alemania y ayudar a recuperar su economía, perjudicando a España que necesitaba subir los intereses para fomentar el ahorro y "enfriar" su economía. Los resultados lo estamos viendo ahora, una Alemania que mantiene su economía con exportaciones al alza y una España sumida en una profunda depresión. En cuanto a la movilidad de factores, debido a la heterogeneidad cultural y lingüística de Europa, es muy baja, ni las diferencias salariales ni el desempleo incentivan en gran medida la emigración de trabajadores. Las transferencias fiscales son mínimas, casi inexistentes, no llegan ni al 1% del PIB y son muy dilatadas en el tiempo. Esto debido a la inexistencia de un sistema fiscal unificado, que impide que esta se pueda producir por los mecanismos automáticos como son impuestos, subsidios de desempleo, etc.

Uno de los economistas que mas se opuso desde el inicio a la implantación del Euro fue el Nobel de Economía Paul Krugman, quien en su columna del 14 de febrero último en el New York Times titulado "La formación de una Euro caos"(2) compara la situación de España con el estado de La Florida. Ambas experimentaron un enorme auge inmobiliario con inversión principalmente extranjera, pero cuando estalló la burbuja siguieron distintos caminos. El desempleo se disparó en España y el presupuesto incurrió en un profundo déficit y poco pueden hacer los españoles para mejorar las cosas, ya que al no tener moneda propia no pueden devaluar y para recuperar su competitividad solo pueden recurrir al "lento y doloroso proceso de deflación", es decir, una caída generalizada y prolongada de los precios, incluido salarios, que es lo que espera a España.

Krugman sostiene que si España fuera como La Florida las cosas serían distintas. La Florida atrajo después de la crisis a numerosos trabajadores de otros estados, mantiene bajos los costes de mano de obra y aunque continúa la recesión, "Washington sigue enviando los cheques de la Seguridad Social y de los servicios del Medicare". Pero España no es La Florida y su problema es muy grande. Esto no debe sorprendernos, ya que "mucho antes de que naciera el euro, los economistas advertían de que Europa no estaba preparada para una moneda única".

Ahora que queda? Pues los gobiernos deberán esforzarse en lograr consensos en política fiscal y cumplir con las dos condiciones del Tratado de Maastricht que casi nadie cumple, es decir, un déficit público y una deuda pública no superior al 3% y al 60% respectivamente del PIB de cada país, que fue una norma introducida precisamente para posibilitar su funcionamiento. Lograr estas metas es muy difícil y solo se podrán hacer aplicando duras medidas que afectarán, como siempre, a las clases mas bajas de la población.

En fin, la arrogancia de los políticos europeos de crear una moneda única, cuando todavía no estaban preparados para ello, repercutirá en su población que deberá hacer frente a situaciones muy difíciles.
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(1) The works of Robert A. Mundell

(2) The making of a Euromess by Paul Krugman
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domingo, marzo 14, 2010

EL SIGLO DE LOS BRIC?

Cuando después de 11-S Jim O'Neill, economista de Goldman Sachs acuñó el término BRIC para referirse a las cuatro economías emergentes mas grandes del mundo, no pensó que sus predicciones iban a quedar cortas y que las metas que él apuntó a conseguir el año 2050 (superar el PIB conjunto del G-7), bien lo podrían alcanzar el 2027. Este cambio de parecer se debe al comportamiento de dichas economías en los últimos años y a la manera como enfrentaron la reciente crisis.
En el año 2001, los BRIC, acrónimo de Brasil, Rusia, India y China, representaban el 15% de la economía mundial; actualmente ya superan el 20% y tienden a crecer mucho más; juntos contribuyeron con mas de un tercio al crecimiento mundial en los últimos diez años y poseen el 42% de las reservas de divisas mundiales. Además, representan el 40% de la población mundial y sus territorios ocupan el 26% del ámbito terrestre, con gigantescas cantidades de recursos naturales, lo que le da un enorme potencial estratégico.
El fenómeno BRIC se explica en parte por el crecimiento chino, que actuando como locomotora, se convirtió en el primer comprador de materia prima de Brasil y de recursos energéticos de Rusia. Es cierto que la reciente crisis financiera golpeó fuertemente a Rusia, pero su PIB se multiplicó por cinco esta última década. Sin embargo la India, cuya economía esta muy desvinculada de China, creció 6% en promedio anual esta década. Para sortear la reciente crisis financiera, al igual que China, desplazaron el motor de las exportaciones a la demanda interna. Como dice Jim O'Neill, "los chinos compran un millón de automóviles al mes en estos momentos" y "31 millones de indios firman contratos de telefonía móvil cada mes. Estos países tienen características demográficas asombrosas"(1). Y en el caso de Brasil, sus resultados son muy alentadores en la última década; así, "una inversión en acciones brasileñas realizada en el 2000 se habría cuadruplicado para este momento, mientras que el efectivo puesto en acciones emergentes sólo se habría duplicado. Y un comprador de acciones globales habría perdido dinero"(2).
Sin embargo, este crecimiento económico dista mucho de parecer un desarrollo perfecto todavía. En el Informe Económico de Competitividad 2009-2010 del World Economic Forum, China está en el puesto 29º, India en el 49º, Brasil en el 56º y Rusia en el 63º, muy lejos de los primeros lugares(3). Asimismo, en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, Brasil ocupa el puesto 75º, China el 79º, la India el 84º y Rusia en el horroroso puesto 146º de un total de 180 países(4).
Asimismo, el IDH (Índice de Desarrollo Humano) que mide la esperanza de vida, alfabetismo, educación y nivel de vida, muestra datos muy bajos de los BRIC, ubicando a Rusia en el 71º con un valor de 0,817, Brasil en el 75º con 0,813, China en el 92º con 0,772 y la India en el preocupante puesto 134º con 0,612 (5). En cuanto al PIB pér cápita, a pesar de la mejora en los últimos años, los datos son muy desalentadores todavía; así, en el 2008, Rusia con 11.806, Brasil con 8.197, China con 3.315 y la India con un paupérrimo 1.016 dólares, distan mucho de los 20 primeros países desarrollados, que ostentan valores por encima de los 40.000 dólares de ingreso pér cápita anual(6).
Visto asi, allí tienen mucho que trabajar los gobiernos de estos países para corregir estas deficiencias y apuntar al desarrollo de sus pueblos. De todas maneras, son los países que en la actualidad representan las mejores opciones de inversión y eso es una gran ventaja en estos tiempos difíciles.
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(1) En Dinero, suplemento de La Vanguardia del 24/01/2010, Barcelona. Entrevista a Jim O'Neill.
(2)Foro Euribor
(3) Ranking de Competitividad Global
(4) Índice de Percepción de la Corrupción 2009
(5) Índice de Desarrollo Humano 2009
(6) PIB Pér Cápita 2008. Fondo Monetario Internacional

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