viernes, octubre 19, 2007

FUJIMORISMO O FUJIMONTESINISMO?

La utilización del sufijo "ismo" se usa para formar sustantivos que suelen significar doctrinas, sistemas, escuelas o movimientos. Es decir, a la raíz o tema de la palabra, se le agrega el sufijo y queda la palabra derivada. Por ejemplo castrismo, marxismo o leninismo.
Los partidarios del ex presidente Alberto Fujimori hablan siempre del "fujimorismo". Sin embargo, nos preguntamos si verdaderamente existió un movimiento político con ese nombre. A la luz de los hechos parece que no. No encontramos un ideario, un programa, mucho menos un plan de gobierno que se refiera al "fujimorismo", de tal manera que es difícil definir a que se refieren con ese término.
Sin embargo, los simpatizantes del sátrapa recurren a su gobierno y con ello tratan de identificar a su movimiento. Pero lo que gobernó en esos oprobiosos años '90 fué un "fujimontesinismo", ya que tenía como cabezas a Fujimori y Montesinos.
Veamos. El entónces candidato Fujimori tenía problemas de evassión de impuestos, aparte de una denuncia de violación en perjuicio de una alumna. Estas denuncias eran para "tumbarlo", pero milagrosamente estos expedientes desaparecieron de los juzgados respectivos. Luego vino lo del 5 de Abril del '92 y es harto conocido el papel que jugó el ex capitán en su realización antes y después del golpe. En noviembre del mismo año sucedió la intentona de Salinas Sedó y todos escuchamos las conversaciones de Montesinos y como daba las órdenes para aplastar la rebelión mientras nuestro "valiente" presidente corria asustado a refugiarse en la embajada japonesa. Así podemos ennumerar mas casos. Los chuponeos que les permitían extorsionar políticos, jueces, fiscales y periodistas es otra de las obras de Vladimiro. Y justamente fueron estas acciones lo que permitieron que Fujimori gobernara 10 años. Ni que decir de lo que sucedía en la salita del SIN, con la compra de congresistas tránsfugas, brodcasters, deportistas, etc. lo que ha quedado plasmado en imágenes que los peruanos nunca olvidaremos.
Sin embargo, cuando se separan luego del video Kouri-Montesinos, cada uno de ellos comete error tras error y caen en manos de la justicia. Como dice una película de los '70 "juntos son dinamita", pero solos son seres comunes y corrientes, incluso muy vulnerables.
Es decir, sin los chantajes de Vladi, el Chino es nada, por eso el correcto nombre al gobierno de la década de los '90 es Fujimontesinismo.

viernes, marzo 16, 2007

SOBRE LA LEY DEL CONCEJAL JOVEN

A propósito de la dación de la Ley del Concejal Joven, es necesario hacer algunas apreciaciones que nos permitan ver el panorama actual y real de las cosas en el país. Dicha ley ha merecido el apoyo de la gran mayoría de ciudadanos, quienes ven en ella, la esperanza de un recambio generacional tan ansiado en la política peruana.
Sin embargo la cosa no es tanto como parece. La juventud actual, entendida como las personas entre 18 y 30 años, ha crecido durante la década corrupta de Fujimori y el quinquenio dilapidador de Toledo. Es decir, no han tenido a la vista buenas normas de conducta política que imitar. Se nutrieron de los vladivideos, la destrucción del Estado y el envilecimiento de la clase política, y aunque esto fue un buen aliciente para salir a las calles y cambiar dicha situación, los resultados fueron las frivolidades de Toledo, los jugosos sueldos y los gastos operativos y de instalación.
Esta generación de jóvenes no conocen la oratoria parlamentaria de un Cornejo Chávez, la sapiencia de un Luis Alberto Sánchez ni los dotes polemistas de un Manuel Ulloa, por citar solo a tres. Por el contrario, han sido testigos de la angurria de la Chuquival, de los gestos de Olivera y de los ronquidos de la Hildebrandt. Los jóvenes necesitan líderes que los dirijan y vean en ellos personas dignas de imitar. No quiero pecar de mezquino pero no veo a nadie en la escena política actual como ejemplo a seguir, pues el político necesita tener vocación de servicio ante todo, como lo tuvieron José Carlos Mariategui ó Haya de la Torre, quien llego a cobrar un sol mensual por su trabajo en la Constituyente del 78. Ahora lastimosamente se ve a la política como una manera de enriquecimiento rápido, ascenso social y acumulación de poder.
Creo que dicha Ley persigue fines muy positivos, porque de lo que se trata es de llevar a los mejores jóvenes a la vida política y sean ellos los conductores del país, pero dada las circunstancias actuales, es difícil que se cumplan tales objetivos al corto plazo. Primero se debió eliminar todos los beneficios de la casta que nos gobierna y adecentar la práctica política, para que el joven cambie la imagen que tiene de ella. A partir de allí, ver a la política como un acto de servicio a sus semejantes, de tal manera que permita captar solo a los jóvenes con esas inquietudes, aunque esto signifique sacrificio y esfuerzo que se deberán de hacer, pero la recompensa será un país mejor y más organizado en camino a su desarrollo integral.
La norma ya esta dada y a los peruanos nos queda solo confiar que los partidos políticos elijan a sus mejores representantes juveniles, para que así, ellos se conviertan en ejemplo para sus congéneres y llenen el vacío de liderazgo que nos ha dejado la actual clase política.
(Publicado el 24 de Agosto del 2006)

lunes, enero 15, 2007

LA CAIDA DEL APRA EN TRUJILLO

Mucho se comenta sobre los motivos de la caída del partido aprista en Trujillo, ciudad a la que consideraban su patrimonio y que jamás soñaron con perderla. Sin embargo, la mayoría de interpretaciones son superficiales e interesadas y apuntan mas que nada a restarle méritos al ganador y a encubrir sus propios errores, que en la mayoría de los casos obedecen a interéses personales.
Se dice por ejemplo que el Ing. Acuña ganó gracias a la enorme cantidad de dinero que manejó en su campaña, pero si consideramos el presupuesto que ha manejado el APRA en los últimos años, ya sea en la Región o en el Municipio, supera largamente el gasto que se le atribuye a los apepistas. Creemos si que el Ing. Acuña supo encauzar políticamente su poderío económico, su Fundación que ayuda a los sectores mas marginados de la región, su apoyo a los maestros con los cursos de capacitación y titulación, su desprendimiento, etc. contribuyeron a crear la imagen del político no solo triunfador en el campo empresarial sino con vocación de servicio, algo casi extinguido en el país. Esta actitud contrariaba el mensaje que emanaba del partido aprista, donde veíamos a un presidente Regional que se aferraba a su sueldo de mas de 20,000 soles mensuales, a un Alcalde que accede al cargo en las postrimerías del mandato y en "aras de la austeridad" se sube el sueldo a 10,000 soles mensuales o ver a algunos dirigentes del partido pagando 7 soles mensuales por consumo de agua en sus residencias. Si a esto le agregamos el copamiento hasta cierto punto grosero de los puestos públicos, tanto en el municipio y en la región, no podemos sino recordar aquella famosa frase de "Este es el APRA, Que les parece?".
Sin embargo, este festín de sueldos y prebendas no iban solos, sino que estaban acompañados de pugnas y luchas fratricidas por los cargos públicos, y la ciudadania se preguntaba si esas encarnizadas peleas, con tomas de local incluidas, eran por servir al pueblo o para gozar de los privilegios ya conocidos. Fue patetico ver por ejemplo a la máxima dirigente del PAP en la Región, leer una falsa Resolución en donde se desembarcaba a Murguia de la candidatura a la presidencia regional. Imagínense los resultados electorales si esto hubiese sido cierto.
Otro punto que influyó fueron las obras a última hora. Estas no solo causaron malestar en la población, sino que hizo que el pueblo sintiera que le querían tomar el pelo al demostrar trabajo cuando durante los ultimos 25 años que gobernaron la ciudad no hicieron nada importante. Y es que toda gestión tiene algo que lo identifica, que deja su marca, asi vemos como a Bedoya se le recuerda por el zanjón, a Barrantes por el vaso de leche, a Belmont por sus famosos tréboles o pasos a desnivel y actualmente a Castañeda por sus escaleras en los barrios pobres de Lima. Pero en Trujillo no hay obra alguna que recuerde la gestión de Murgía. El Terminal Terrestre sigue esperando y el By Pass del Óvalo Mochica tampoco fué realidad. En lugar de eso vemos al puente peatonal de la Avenida Mansiche, un monumento a lo inútil, construído antitécnicamente y que no cumple su cometido, convirtiéndose mas bien en lugar de refugio de delincuentes y drogadictos.
Esperemos que el APRA haya aprendido la lección de esta derrota electoral y renueve sus cuadros dirigenciales, es el partido del pueblo y no queremos ver mas a apristas que entran al poder pobres pero que salen en la opulencia. Ojalá se reorganice tomando como base la democracia interna y el respeto a las decisiones de las bases. Nuestra incipiente democracia requiere de partidos fuertes y el PAP, como el partido mas grande y organizado del país debe dar el ejemplo.