lunes, enero 15, 2007

LA CAIDA DEL APRA EN TRUJILLO

Mucho se comenta sobre los motivos de la caída del partido aprista en Trujillo, ciudad a la que consideraban su patrimonio y que jamás soñaron con perderla. Sin embargo, la mayoría de interpretaciones son superficiales e interesadas y apuntan mas que nada a restarle méritos al ganador y a encubrir sus propios errores, que en la mayoría de los casos obedecen a interéses personales.
Se dice por ejemplo que el Ing. Acuña ganó gracias a la enorme cantidad de dinero que manejó en su campaña, pero si consideramos el presupuesto que ha manejado el APRA en los últimos años, ya sea en la Región o en el Municipio, supera largamente el gasto que se le atribuye a los apepistas. Creemos si que el Ing. Acuña supo encauzar políticamente su poderío económico, su Fundación que ayuda a los sectores mas marginados de la región, su apoyo a los maestros con los cursos de capacitación y titulación, su desprendimiento, etc. contribuyeron a crear la imagen del político no solo triunfador en el campo empresarial sino con vocación de servicio, algo casi extinguido en el país. Esta actitud contrariaba el mensaje que emanaba del partido aprista, donde veíamos a un presidente Regional que se aferraba a su sueldo de mas de 20,000 soles mensuales, a un Alcalde que accede al cargo en las postrimerías del mandato y en "aras de la austeridad" se sube el sueldo a 10,000 soles mensuales o ver a algunos dirigentes del partido pagando 7 soles mensuales por consumo de agua en sus residencias. Si a esto le agregamos el copamiento hasta cierto punto grosero de los puestos públicos, tanto en el municipio y en la región, no podemos sino recordar aquella famosa frase de "Este es el APRA, Que les parece?".
Sin embargo, este festín de sueldos y prebendas no iban solos, sino que estaban acompañados de pugnas y luchas fratricidas por los cargos públicos, y la ciudadania se preguntaba si esas encarnizadas peleas, con tomas de local incluidas, eran por servir al pueblo o para gozar de los privilegios ya conocidos. Fue patetico ver por ejemplo a la máxima dirigente del PAP en la Región, leer una falsa Resolución en donde se desembarcaba a Murguia de la candidatura a la presidencia regional. Imagínense los resultados electorales si esto hubiese sido cierto.
Otro punto que influyó fueron las obras a última hora. Estas no solo causaron malestar en la población, sino que hizo que el pueblo sintiera que le querían tomar el pelo al demostrar trabajo cuando durante los ultimos 25 años que gobernaron la ciudad no hicieron nada importante. Y es que toda gestión tiene algo que lo identifica, que deja su marca, asi vemos como a Bedoya se le recuerda por el zanjón, a Barrantes por el vaso de leche, a Belmont por sus famosos tréboles o pasos a desnivel y actualmente a Castañeda por sus escaleras en los barrios pobres de Lima. Pero en Trujillo no hay obra alguna que recuerde la gestión de Murgía. El Terminal Terrestre sigue esperando y el By Pass del Óvalo Mochica tampoco fué realidad. En lugar de eso vemos al puente peatonal de la Avenida Mansiche, un monumento a lo inútil, construído antitécnicamente y que no cumple su cometido, convirtiéndose mas bien en lugar de refugio de delincuentes y drogadictos.
Esperemos que el APRA haya aprendido la lección de esta derrota electoral y renueve sus cuadros dirigenciales, es el partido del pueblo y no queremos ver mas a apristas que entran al poder pobres pero que salen en la opulencia. Ojalá se reorganice tomando como base la democracia interna y el respeto a las decisiones de las bases. Nuestra incipiente democracia requiere de partidos fuertes y el PAP, como el partido mas grande y organizado del país debe dar el ejemplo.

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